Crecer un cuerpo de creyentes que a través de un entendimiento firme de la Palabra de Dios y la visión y carga de nuestro Señor, puede penetrar y saturar nuestra ciudad con las Buenas Nuevas, mientras crecemos en salud espiritual y como iglesia. Establecer, no uno, pero múltiples puntos de predicación y evangelismo, por la cual almas pueden ser alcanzadas con el evangelio de Jesucristo.